Según un estudio difundido, "los estudiantes universitarios en todo el mundo se asemejan sorprendentemente en la forma cómo usan estos dispositivos y lo 'adictos' que son a ellos", señala el informe del Centro Internacional para Medios y Asuntos Públicos (Icmpa, por su sigla en inglés) de la Universidad de Maryland, Estados Unidos.
Para su estudio
los investigadores del Icmpa pidieron a casi mil estudiantes de todo el mundo, menores de 25 años de edad, que por un día entero se abstuvieran de usar teléfonos móviles, computadores, ver televisión, acceder a Internet, leer periódicos, oír música en un reproductor digital o jugar con una consola.
El estudio, llamado 'Un mundo desenchufado', incluyó a alumnos de la Universidad Americana, del Líbano; Bounermout, del Reino Unido; Chongqing, China; Hosftra, Nueva York; Makerere, de Uganda, Pontificia Católica, de Argentina; Pontificia Católica de Chile; Iberoamericana, de México, y St. Cyril de Trnava, de Eslovaquia.
Los investigadores encontraron que "la adicción de los estudiantes a estos dispositivos quizá no pueda diagnosticarse de forma clínica, pero la necesidad, el apetito por ellos son muy reales y también lo es la ansiedad y depresión" que acompañan la privación de medios.
Muchos de los estudiantes que participaron en el experimento, de hecho, se describieron a sí mismos como adictos, y al no poder acceder a Internet, llamar por el celular o entrar en su cuenta de Twitter o Facebook expresaron sentimientos de depresión, tristeza y soledad.
"Una mayoría clara de participantes, en cada país, admitió francamente que no había logrado mantenerse desenchufada", señala el informe, que añade que "los estudiantes indicaron que los dispositivos electrónicos, en especial sus teléfonos móviles, se han convertido en extensiones de sí mismos".
Por ello, según los investigadores, los estudiantes señalaron que estar sin estos aparatos les pareció como "si hubiesen perdido una parte de sí mismos".
En todas partes los estudiantes opinaron que la conexión con la tecnología digital durante todo el día o la noche "no es apenas un hábito, sino algo esencial para la forma en que ellos construyen y manejan sus amistades y vidas sociales".
De forma simultánea, ya sea en China o en México, en el Reino Unido o en el Líbano, los estudiantes "construyen diferentes identidades 'marca' para sí mismos usando distintas herramientas de comunicación para llegar a diferentes tipos de personas", agregó el estudio.
Y el pasar 24 horas sin conectarse fue, para muchos de ellos, una experiencia que rasgó el telón tras el cual ocultaban su soledad.El informe añade que, también en todas partes, "los estudiantes dependen de la música, no sólo para hacer más tolerables los viajes a la escuela y el trabajo, sino para regular sus estados de ánimo".